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Otro año llega a su final. Como siempre decimos: «parece mentira que pase tan rápido».

«El tiempo vuela.» Y es así: «La vida es un frenesí».

Hemos transitado otro año completo, con todos los condimentos posibles, de los sabrosos, de los que pican, de los bien amargos. Pero otra vez estamos de pie. Quizá algunos rengos o con un «ala rota» , otros quizá con pocas fuerzas, pero estamos. Seguimos adelante.

Este principio de año tuve como palabra guía: «Dios está con nosotros».

La compartí con algunos amigos pero en estos días tuve que creerla aún más que ellos. Me costó. Por momentos parecía que Dios no estaba, que se había ido, permanecía en silencio… pero así es la fe. Creer a pesar de no escuchar, no ver ni entender. También tuvimos varios logros.

Sigamos aprendiendo a vivir agradecidos, felices con lo que tenemos y con lo que no tenemos. A ayudar al que tiene menos. A tratar de no enredarnos con la realidad que nos quiere confundir. A amar más. A llorar con el alma y sentir que Dios consuela.

Pasó un año, comienza otro. Dios sigue siendo fiel.

Los queremos, Familia Snyder

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