Saltear al contenido principal

Ética del cuidado para ayudar a los enfermos a morir en plena dignidad

El tópico seleccionado tiene como objetivo transmitir los diversos puntos de vista provenientes de cada disciplina/profesión, entendiendo el concepto «ética del cuidado» en su eje multifacético.

De esta manera, se comprenderá la importancia de alcanzar la armonía grupal en el trabajo cotidiano.

Superar y vencer los prejuicios:

Es muy frecuente que los médicos, influenciados por la cultura del bienestar y la negación de la muerte, sumado a la soberbia y deformación profesional, etiquetemos a los enfermos incurables como terminales, para abandonarlos a su suerte, privándolos de un cuidado médico y humanístico, conforme a su dignidad. Esta medicina, despreocupada de las necesidades de la persona enferma en su fase final, considera que lo más importante es la variable económica: costo-beneficio junto al interés sólo por el paciente curable. Es debido a estos fenómenos de injusticia, que la expresión: enfermedad terminal o paciente terminal es cada vez menos usada en el ámbito de la medicina paliativa y de la bioética. El paciente al experimentar una pérdida de su autonomía muchas veces siente una pérdida de su dignidad que se incrementa en los momentos de mayor sufrimiento o en la medida que se acerca a la muerte. Como mencionamos antes, en el ámbito de la medicina curativa, cuando se utiliza la expresión «paciente terminal» y se dice: «no hay más nada para hacer» genera una actitud que lleva a excluir una gran gama de tratamientos específicos que se pueden realizar con éxito para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Existe la necesidad imperiosa de sensibilizar a los médicos y otros profesionales de la salud para que defiendan la dignidad del enfermo, tratando de ser humildes y esforzándose por dejar de lado la indiferencia, la arrogancia y la ineptitud que muchas veces transmiten en su práctica cotidiana, haciendo que las personas soporten una «experiencia de indignidad»1.Todas las personas cuya vida se encuentra disminuida o debilitada tienen derecho a un respeto especial y deben ser atendidos para que lleven una vida tan normal como sea posible.

Atte. Dr. Cristian Viaggio
Presidente

1PELLEGRINO, Edmund, «La experiencia vivida de la dignidad humana», Bioética y Persona, Buenos Aires, EDUCA, 2008, pp. 327-335.

Esta entrada tiene 4 comentarios
  1. Muy estimada Rosie Ibarra, en primer lugar gracias por comunicarte con nosotros. Entiendo la situación que usted me ha planteado, pero no termino de comprender que tipo de ayuda e información necesita, Le dejo mi mail para mantenernos en contacto: hospicemadreteresa@yahoo.com.ar
    Aguardo que se comunique conmigo. Espero poder ayudarla ante tanto dolor. Dios la bendiga. Dr. Cristian Viaggio

  2. Estoy en busca de ayuda, Mi hermana Griselda Macias esta muy enferma. Doctores en USA le dieron semanas a un mes de vida. El problema esta en que ella quiere estar en Tijuana baja California, pues alli es donde a vivido tiene sus hijos que no podrian ir a verla. Pero necesitamos ayuda y no sabemos a quien acudir. Les agredeciera muchisimo si me pueden ayudar con informacion. Gracias

    Rosie Ibarra

  3. DR. CRISTIAN, SU COMENTARIO ME RECUERDA A UN LIBRO QUE LEI HACE TIEMPO Y TRATA DE ALGUNOS SANTOS, ENTRE ELLOS SAN CAMILO, EN ESOS TIEMPOS EL ENFERMO ERA CONSIDERADO EL CENTRO DE ATENCION, DE HECHO ERA RECIBIDO EN LOS INCIPIENTES HOSPITALES DE UNA MANERA MUY ESPECIAL POR QUE ERA CONSIDERADO JESUS SUFRIENTE, CUANTA DIFERENCIA DE CRITERIO DE LA MEDICINA EN LA ACTUALIDAD, SI BIEN HAY ENORMES AVANCES CIENTIFICOS QUE EN VERDAD AYUDAN Y DE QUE FORMA A NUESTROS HERMANOS SUFRIENTES, COMO UD. DICE, SE SIENTEN REALMENTE DESAUCIADOS, ABANDONADOS AL SER NOTIFICADOS DE SU «DESENLACE», Y DE ALGUNA FORMA DEJA DE TENER INTERES PARA LA MEDICINA QUEDANDO SOLO LA ESPERA DE SU FIN. QUE RECONFORTANTE ES LEER SU TESTIMONI, CUANTO FORTALECE A SEGUIR ESTANDO AL LADO DE JESUS SUFRIENTE (EL ENFERMO), OJALA PODAMOS INCREMENTAR DENTRO DE NUESTRAS COMUNIDADES EL APOSTOLADO Y EL SERVICIO AL ENFERMO, «ESTUVE ENFERMO Y ME FUISTES A VISITAR…», REALMENTE DOCTOR, GRACIAS POR SU MENSAJE

  4. Nuevamente agradezco a la gente del HOSPICE Madre Teresa que me haya hecho llegar por correo estas páginas tan bellas que, una vez terminado este comentario, reenviaré a un buen grupo de amigos.
    Está muy bueno todo. La Iglesia y los enfermos, luego la inivitación a la disertación, las fotos y el comentario sobre la Casa de la Divina Misericordia, el imperdible breve y excelente testimonio de Lía Mongelli, la reflexión tan acertada de Manuela Badano (entre tanto bueno quiero destacar la frase «La muerte estaba incluída en la escena familiar») y finalmente el artículo tan concreto del amigo el doctor Cristian Viaggio.
    Muchas gracias, y como bien dice Lía, nada de esto es casualidad, porque estamos convencidos que todo es gracia y providencia de parte de Dios, y debe ser fidelidad perseverante de parte nuestra. Jesús, María y José nos bendigan a todos.

Responder a Rosie Ibarra Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *