Saltear al contenido principal

Nos vemos mañana a la misma hora

Cada mes, al organizar los contenidos del Newsletter, detecto las posibles notas a publicar o los acontecimientos importantes de contar a nuestros lectores… Generalmente, es común leer algún testimonio, ya sea de un familiar, de un paciente, de algún integrante. Esta vez pensé, ¿por qué no contarle a la gente cómo es un día nuestro en el Hospice?. Digo nuestro porque comparto las mañanas con una gran persona que llegó a mi vida en un momento clave: Norma González (de Moyano, así es como ella se hace llamar).

“Nos vemos mañana a la misma hora…” es la frase que solemos usar cuando termina nuestra jornada. Llego unos minutos antes de las nueve, abro el Hospice, acomodo lo pendiente y llega Normi. Ante todo nos abrazamos muy fuerte y nos preguntamos cómo estamos o cómo nos sentimos, luego ponemos la pava eléctrica y así comienza el día… con una sonrisa, con charlas interesantísimas, con risotadas, con lo mejor de nosotras. ¿Por qué? Porque sabemos que cuando golpean la puerta y abrimos, hay alguien del otro lado que espera algo de nosotras; es un misterio a develar quizás; espera ser escuchado, ser entendido y ser ayudado.

Muchas son las tareas que llevamos adelante y cada día es distinto para nosotras. Nuestro trabajo es muy dinámico pero, por sobre todas las cosas, placentero.

A veces nuestras personas más cercanas, o quienes nos conocen bien, les cuesta entender cómo hacemos para llevar adelante tal trabajo. Es que para nosotras no es un trabajo común y corriente, es algo distinto, es una vocación, es algo que nos sale de adentro y que hasta a veces no sabemos ni nosotras qué es o cómo pudimos recorrer este camino.

Se preguntarán si alguna vez nos sentimos derrotadas o cansadas… Muchas veces bajamos la guardia… Y si!, somos seres humanos y como todos a veces nos sentimos sobrepasadas emocionalmente. Pero siempre hay alguien que nos acompaña, nos levanta y nos coloca en su lugar… También sufrimos, también sentimos ese dolor… pero estamos para levantar y no para caer.

Desde nuestro lugar, queremos agradecer enormemente a quienes nos escuchan todos los días y entienden por qué hacemos lo que hacemos y no buscamos otro camino, a nuestros amigos del Hospice, a nuestros pacientes y sus familias. Gracias por mimarnos siempre! Lo lindo es recibir en el momento menos esperado un pequeño gesto de alguien que se acuerda de nosotras; hay muchos casos para contar! Su compañía nos llena el alma, el corazón y crecemos en aprendizaje. Como decimos, ¡sigamos siendo y haciendo el Hospice!

Atte. Lic. Ma. Celeste Camerano
Secretaría y Comunicación Institucional

Esta entrada tiene 6 comentarios
  1. Es muy lindo leer algo tan humano y simple pero tan valioso en contenido, libre de egoísmos y vanidades pero lleno de tanta entrega y ternura hacia quienes sufren que nos deja la convicción que es posible un mundo donde podamos ayudarnos entre todos sin odios,apariencias ni mezquindades como nuestra hermosa Madre Teresa nos enseñó. Sólo con el simple hecho de aliviar al que sufre. Gracias por existir.

  2. Hermosa reflexión testimonio, querida Celeste. Que el Dios misericordioso y providente, en Quien, como dice san Pablo «somos, nos movemos y existimos», les siga dando fortaleza, sabiduría para seguir viviendo y testimoniando su amor, que se refleja en el amor de ustedes.

  3. Gracias por estar siempre, por acomnpañarnos cada dia .Gracias por la alegria y la mirada de esperanza de cada martes Las quiero

  4. Gracias Cele y Normi por la entrega que demuestran día a día . Y por toda la ALEGRÍA y AMOR que transmiten.
    Qué hermosa tarea realizan . Las dos son un ejemplo para mí ! El Hospice no sería lo mismo sin Uds . Dios las siga acompañando siempre ! Las quiero
    mucho!

Responder a Paula Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *