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Un aporte solidario: Cargill junto al Hospice

«Cada obra de amor, llevada a cabo con todo el corazón, siempre logrará acercar a la gente a Dios.»

Madre Teresa de Calcuta

Hace unos días atrás recibimos en nuestra Casa, con alegría y agradecimiento, a la Sra. Sasika Dobovsek y a su marido, el Sr. Javier Masotta. Ambos son argentinos, radicados en Suiza por razones laborales, que se interiorizaron del Hospice a través de un familiar que vive en la ciudad de Luján, el Dr. Tomás Peternelj. Con espíritu de solidaridad, decidieron colaborar con la construcción de la Casa de la Divina Misericordia, mediante la gestión y desarrollo de fondos para una donación.

En el newsletter de Abril, en la sección destinada exclusivamente al desarrollo y avance de la obra de la Casa, se ha nombrado tal acción solidaria por parte de Sasika, Javier, la empresa Cargill (de Suiza y Argentina) y demás particulares de buena voluntad que decidieron involucrarse con la institución.

A continuación, detallamos el testimonio de Sasika luego de habernos conocido personalmente y de haber visitado la obra en construcción:

¿Qué situación/hecho los llevó a colaborar con una organización sin fines de lucro?

Cargill, la empresa para la cual trabajo y la que ha colaborado con un aporte para el Hospice, organiza de forma permanente misiones de trabajos voluntarios dentro de unos programas de capacitación interna. El año pasado tuve la posibilidad de participar en un programa en Polonia donde un grupo de 30 colegas de Cargill fuimos a armar dos áreas de Jardín de Infantes en escuelas de zonas necesitadas del norte del país. La experiencia fue muy enriquecedora y a mi vuelta empecé a buscar proyectos donde pudiera aportar algo y ayudar de alguna manera. Así fue como pensamos en el Hospice.

¿Cómo conocieron la existencia del Hospice Madre Teresa?

Conozco el Hospice a través de mi mamá que es originaria de Jáuregui. Ella me comentaba de su primo Tomás Peternelj y de que estaba involucrado con la institución. Contacté a Tomás y le pedí información para conocer mejor la obra del Hospice y así comunicarla a los colegas y amigos por el mundo.

¿Cuáles fueron los motivos por los que eligieron nuestra organización y no otra?

Elegimos el Hospice básicamente porque conocemos a Tomás Peternelj. Queríamos colaborar con una obra donde tuviéramos confianza en la gente que participa localmente. También era muy importante para nosotros saber que los fondos vayan a ser aplicados a las obras y no destinados a financiar grandes estructuras administrativas. Es un poco la crítica que reciben las grandes fundaciones u organizaciones mundiales, hay tanta estructura que finalmente del USD 1 aportado llega muy poco al destino originalmente apuntado.

¿Qué expectativas tienen con vuestro proyecto?

Tanto nosotros como los colaboradores a esta donación nos gustaría ver materializado el aporte que se pudo juntar y ver concretadas las obras del piso del Hospice. En el futuro quisiéramos colaborar con otras campañas de aporte para finalizar alguna parte adicional de la obra.

¿Cómo fue el proceso desde que se decidió colaborar con la institución hasta que finalmente se realizó?

Empezamos juntando información sobre el Hospice y tuvimos intercambios de e-mails y llamadas con varios miembros para conocer mejor la obra. Esto nos dió material para redactar el mensaje en inglés sobre el Hospice, donde invitábamos a colaborar con donaciones. También nos sirvió de material para obtener la aprobación de Cargill para la donación que hizo la empresa de forma directa. Ese mensaje fue difundido por todo el mundo dentro de Cargill y también se lo enviamos a nuestros amigos y conocidos tanto en Argentina como en Europa. Hay personas que donaron desde Singapur, India, Ucrania, Rusia, USA, Suiza, Gran Bretaña, Brasil, etc. Fue muy enriquecedor ver cómo este proyecto logró atraer la atención de personas de varios continentes!

¿Qué enseñanza obtuvieron?

El mayor reto fue decididamente ver cómo hacíamos para traer estos fondos desde el exterior a la Argentina, considerando que hay costos altos para las transferencias y un proceso complicado para la entrada de divisas al país. Finalmente, encontramos la vuelta pero también identificamos mejores formas de poder hacerlo en el futuro.

El haber conocido la obra y la gente alrededor de la obra fue una experiencia muy enriquecedora. Nos dió bastante perspectiva sobre algunas cosas, de cómo las vemos desde el exterior y de cómo se ven desde la Argentina. Desde acá les mandamos todo nuestro apoyo sabiendo que las cosas no están fáciles en la Argentina y que hacer posible la obra y llegar a donde llegaron ya es un logro enorme en sí mismo. Partimos con mucha admiración para con las personas que conocimos y su convicción de tirar para adelante y terminar la obra para este fin de año.

Es importante para el Hospice Madre Teresa que cada uno de los lectores entiendan el por qué de este aporte; cómo nos conocieron, quiénes son las personas involucradas, cómo fue el proceso, qué expectativas tienen, opiniones y sugerencias. Para comprender la esencia de tan valiosa acción es imprescindible contar con cada una de las respuestas que Sasika nos compartió, junto a Javier. Es un honor que hayan pensado en nosotros, en nuestros pacientes y sus familias, en la comunidad de Luján, y que hayan llegado tan lejos. Realmente nos complace haberlos conocido; por ello dedicamos este artículo a cada una de las personas de buen corazón que hicieron posible tal donación. Con ello, re-confirmamos que la solidaridad no tiene fronteras.

¡Sigamos siendo y haciendo el Hospice!

Atte. Lic. Ma. Celeste Camerano
Secretaría y Comunicación Institucional

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