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Cuanto amor encontramos allí, pero por sobre todas las cosas: calor humano, comprensión, contención (fundamental en momentos límites), alegría y muy buena predisposición.

Todo esto y más es lo que encontró Susi en este lugar angelado, ella y quienes estuvimos acompañándola a lo largo de su dolorosa y triste enfermedad.

Quienes forman parte de esta sagrada institución parecen verdaderos ángeles custodiando a sus pacientes, acompañándolos, reconfortándolos permanentemente. Mencionarlos, dar nombres, sería un error porque se corre el riesgo de caer en algún olvido. Si podemos decir que desde la A a la Z están todos comprendidos.

Al Doctor (motor que pone en marcha todos los engranajes), a las enfermeras artífices de los cambios que se producen en los pacientes y que están apuntalándolos permanentemente, a los voluntarios colaboradores incondicionales, desde nuestro lugar les decimos GRACIAS, una y mil veces ¡GRACIAS!

– Familia de Susana A. Garbaty

Esta entrada tiene 2 comentarios
  1. Comparto el trstimonio de la familia de Susi. Creo que lo dije todo ya sobre el Hospice y su gente, pero vale que lo reitere: GRACIAS. No hay un día en que no recuerde los momentos que pasamos allí con Titina , Elsita o «mi reina» como le decía Liliana. Momentos de mucho dolor, atenuados por la contención y la certeza de que mi mamá, en esa circunstancia, no podía estar en un lugar mejor que donde estaba.No pudo morir en su casa, como le pidió a Cristian, pero ella decía que el Hospice era como su casa y desde allí partió. Lorena sabe cuánto quería ella ese lugar.Por eso, a pesar de que la extraño, estoy en paz …

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