Saltear al contenido principal

Quiero compartir mi experiencia luego de haber acompañado en Italia a un amigo – y hermano del alma – que enfermó de cáncer el año pasado. Lo habían operado y cuando tuvo que dejar el hospital no tenía quien lo cuidara, ya que vivía solo. Sin dudarlo, saqué un pasaje y fui a su encuentro en aquel país: el amor me guiaba, y contaba con el sostén de mi voluntariado en el Hospice Madre Teresa en Luján.

Estuve cinco semanas de un caluroso verano: una en el hospital, tres en su casa y la última en el Hospice de Ravenna. Fueron días en los que se diluyeron los lugares físicos para centrarme en Fidel.

Él estaba muy débil, necesitado de mi asistencia permanente. Aprendí a cambiar los sueros y otras indicaciones de la atención domiciliaria, olvidarme de mí para estar disponible incondicionalmente. Cuando lo internaron en el Hospice por mi partida, fue muy emocionante sentir que estaba en mi casa, todo era similar a lo que conocía y vivenciaba en Luján.

Cada día fue un intenso aprendizaje. Me di cuenta que mi lugar era pasivo, limitado a permanecer y esperar. Todas mis expectativas y estrategias naufragaron desde el principio, encontrándome sin armaduras ni más herramientas que dos brazos para sostener, abrazar, dar masajes… Mi facilidad para el humor, hablar de cualquier tema, quedaron postergados ante el imperativo de escuchar, respetar y aceptar el silencio y su vacío.

Testimonio María Cristina

Cuando cedí mis defensas ante lo desconocido y toqué mi humildad, pude ver la realidad de una manera muy diferente a mis gastadas valoraciones: fui capaz de sentir, orar, amar y vivir con una intensidad con la que nunca antes lo había hecho.

Fidel me demostró que en mi interior hay algo mucho más grande que yo. Estaba siendo transformada por el privilegio de ser testigo de su enfermedad, un territorio más sutil e interior en nuestra relación. Aunque no lo dijimos, sé que se sintió amado y yo también. Nuestras miradas nos descubrieron con ternura y valentía a pesar de rehuir hablar de la realidad.

Fidel partió el 1 de mayo de este año. Estaba en el Hospice acompañado de otra amiga argentina y sus numerosos e inolvidables amigos, que lo atendieron y mimaron en todo momento. El 2 de julio pasado la vida me regaló la posibilidad de estar en Ravenna con ellos para esparcir una parte de sus cenizas allí, y traer otra parte a la Argentina. Las dejé junto a sus padres, en el pueblo que nos vio nacer, con la presencia de muchos de sus afectos.
Lo asistí un mes de mi vida, quizá fui importante para él… y – como alcancé a decirle por teléfono – siempre estaré agradecida porque fui a dar y… ¡recibí tanto! ¡Fue un maestro!
Como dice una canción:

“Quiero que sepas que también tengo dolores, calores,
sudor, cansancios, mis ratos de amor y llanto.
Que me encuentro con tu vida y que en este intenso trance
los dos nos vamos sanando”.

María Cristina Quevedo, “Chula”
Voluntaria

Esta entrada tiene 5 comentarios
  1. de verdad q bonita experiencia gracias a DIOS tengo a mis padres vivo de 84 y 82 año y a mis 5 hermano, sobrino tengo c an cer d mama metastsico vivi con esto 14 año, y me siento tan feliz y bendecida de q seas un verdadera amiga aqui se conoce alos amigos los que dejan todo por lasangre porque os amigos somos eso, parte de nuestr sngre no hacemos un juramento amigos por siempre, yo tengo a mis amigas d colegio qn si bien es cierto no vienen a cuidarme pero me aoyan con un granito de arena los pñales srticulos de lipieza de donde salen, esos son tus amigos ver tus necesiddads no slo decir q bien amiga ten con ciencia en q aoyaste

  2. Tu esperiencia junto a Fidel en sus momentos más difíciles, han sumado en tu vida. Y este rtestimonio habla de tu enteresa, solidaridad y amor.Estas enseñanzas son las que engrandecen la pequeñez humana!

  3. Gracias Chula querida, por tu ternura, la Vida te hizo ese inmenso regalo de poder estar con nuestro amigo y adorado Fidel. Fijate que te da la oportunidad de esparcir sus cenizas en Ravenna y luego llevarlas a nuestro Pigüé. Estoy muy emocionada escribiendo decirte Infinitas gracias amiga querida! Te quiero mucho! Que sigas acompañando a los necesitados, ellos y ellas no lo saben, pero. …….llega un Angel con toda su calidez. Que el Buen Jesús te lleve siempre en la palma de su Mano! ♡ Abrazo enorme y gracias! ♡

  4. Orgulloso,de haber conocido en mi vida a Maria Cristina Quevedo «Chula»,ejemplo de mujer,luchadora,de valores morales,pocas veces vistos.Gracias por todo Chula-

Responder a Tema Cappella Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *