Saltear al contenido principal

9 de Octubre: Día Mundial de los Hospices y Cuidados Paliativos

«La grandeza de la humanidad está determinada esencialmente por su relación con el sufrimiento y con el que sufre». Benedicto XVI, Spe Salvi, n. 38

El 9 de Octubre se celebra en el mundo el Día Mundial de los Hospices y Cuidados Paliativos. El lema de este año es “Hospicios y Cuidados Paliativos: compartiendo el cuidado» (http://www.worldday.org).

Queremos acompañar desde el HMT este día con una reflexión cristiana sobre el concepto de “cuidado”. La Tradición cristiana muestra una gran experiencia en el “cuidado compasivo”. Esta experiencia se deriva de las enseñanzas de Jesús que han sido documentadas por los evangelistas en los múltiples pasajes del Evangelio.

La enseñanza de la parábola del Buen Samaritano (Lc.10, 25-37) ha sido el eje central, a través de los siglos, para muchas congregaciones religiosas y agrupaciones de laicos que nos dedicamos al cuidado de los enfermos. La visión cristiana del Cuidado Paliativo debe estar determinada por una disposición interior del corazón que se conmueve ante la desgracia del prójimo, para lo cual es necesario cultivar en uno mismo esta sensibilidad del corazón que testimonia la compasión hacia el que sufre.

El Cuidado Paliativo en el HMT está fundado en esta parábola y sin dejar de lado la profesionalidad intentamos “cuidar” al enfermo siendo, en principio, una presencia amorosa. Reafirmamos la importancia de la vida hasta su fin natural proponiendo una ética del cuidado que respete la dignidad de la persona humana y nos oponemos firmemente a cualquier forma de eutanasia.

Dr. Cristian Viaggio

Esta entrada tiene 2 comentarios
  1. Admiro con todo mi corazón la obra de los Hospices, de toda esa gente que deja el mucho/poco tiempo que tiene a disposición de los que sufren, por enfermedades, por soledad, por el motivo que sea… y que ellos ven como a Jesús en la tierra, personificado en ellos, en los sufrientes.

    Los felicito y les auguro un lugar muy especial en el cielo!!!

  2. Sí, así es. La compasión exige, como toda actitud cristiana, una conversión del corazón. Exige involucrarse, com-padecer, sufrir junto al otro, sufrir con el otro, como Jesucristo, que se anonadó y por eso Dios lo exaltó. Es el camino que intentamos recorrer, portando a Jesús, viendo al Jesús que se muestra en el otro. Un abrazo.

Responder a Antonio Ostojic Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *