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Compartimos a continuación la nota publicada en el medio local online «Luján en Línea» sobre la reapertura de la Casa de la Divina Misericordia con el relato en primera persona del Director Médico del Hospice Madre Teresa, el Dr. Cristian Viaggio.

En el marco de la reapertura de la Internación del Hospice Madre Teresa, el Dr. Cristian Viaggio, Director Médico de la Institución, emitió un comunicado informativo.

«El cuidado Hospice: un bien escaso. Debido a la crisis de Salud Pública y a la situación de emergencia sanitaria generada por la pandemia de COVID-19, en marzo de 2020 asumimos el ‘deber de planificar’ para continuar con nuestro funcionamiento. En consecuencia, desde un Comité de Crisis Interdisciplinario, desarrollamos una planificación proactiva, cuyas decisiones fueron avaladas por las Dirección Médica y la Comisión Directiva de nuestra Institución», comienza el comunicado.

«Decidimos cerrar la internación por la complejidad sanitaria y mantuvimos la asistencia a través del Programa de Asistencia Ambulatorio, el cual estuvo activo hasta que pudimos reabrir la Casa de la Divina Misericordia. Durante todo este tiempo nos dedicamos al acompañamiento en el domicilio de los pacientes con enfermedad oncológica en su etapa terminal, como así también al monitoreo de los Cuidados Paliativos en nuestra ciudad», continúa.

«Desde esta experiencia de gestión profesional, humanística, social y solidaria queremos compartir nuestra reflexión y agradecimiento a la comunidad de Luján. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define las Enfermedades Crónicas no Transmisibles (ECNT) como aquellas de larga duración, incurables y de lenta progresión. Las ECNT se han transformado en la principal causa de mortalidad en todo el mundo».

«La evidencia científica ha demostrado que la mayoría de las personas tienen múltiples necesidades en el final de la vida y no todas pueden fallecer en su domicilio. Este camino de sufrimiento, de incertidumbre y muchas veces de soledad puede ser aliviado a través de los Cuidados Paliativos (CP) y el Cuidado Hospice (CH), sin embargo, la posibilidad de acceso a los Cuidados Paliativos es muy restringida. La OMS señala que, a nivel mundial, tan solo un 14% de las personas que necesitan asistencia paliativa la reciben».

«La OMS considera que las dificultades para el acceso a los CP son debido a múltiples factores: falta de políticas públicas; escasos centros y servicios especializados, falta de interés y de formación por parte de los profesionales de la salud y escasa cobertura por obras sociales y prepagos. Todas estas dificultades han generado un importante obstáculo para acceder a un CP de calidad. Han generado mayor inequidad, con un alto impacto de sufrimiento e insatisfacción, sobre todo, en las personas más frágiles, más vulnerables y con menores recursos económicos».

«Estas dificultades generan un acceso desigual al sistema de salud, disminuyendo la eficacia de los CP, sobre todo, en la fase final de la enfermedad. Cuando en una comunidad se fragmentan los derechos humanos se pueden generar severas iniquidades e ineficiencias. El derecho a los CP y al alivio del dolor está reconocido en el derecho humano a la salud. En nuestro país la Ley de Derechos del Paciente en su Relación con los Profesionales e Instituciones de Salud, reconoce los CP como un derecho».

«El sistema de salud de nuestra ciudad de Luján está compuesto por diferentes sectores: el sector público, las obras sociales, el sector privado y las diferentes organizaciones sociales (ONGs). Todos estos sectores aportan recursos materiales y humanos para la asistencia médica y, en menor medida, brindan CP. Desafortunadamente todos estos subsistemas funcionan de forma muy fragmentada. Esta fragmentación genera superposición y desorganización de los recursos sanitarios generando mayor sufrimiento en las personas enfermas y sus familias».

«Durante todos estos años de trabajo en la comunidad de Luján, hemos observado, que la mayoría de las personas con necesidades paliativas, que solicitan ayuda al Hospice, tienen algún tipo de cobertura social. La mayor dificultad que se les presenta es para sostener el cuidado diario del enfermo en el domicilio, motivo por el cual, solicitan la internación en nuestra institución. Esta dificultad se ha agravado durante la pandemia de Covid-19 y ha generado una alta demanda del CH, haciendo que este recurso solidario y complementario dentro del sistema de salud local se transforme en un ‘bien escaso’».

«Esta situación de desigualdad nos hace reflexionar a diario sobre la asignación equitativa del CH. Lamentablemente, es muy difícil elaborar criterios de admisión que sean equitativos y que puedan incluir a todas las personas que nos solicitan asistencia. En principio, no se puede establecer un criterio administrativo rígido, sino que hay que hacer una evaluación multidimensional de las necesidades».

«También es necesario iniciar un proceso de toma de decisiones respecto de los tratamientos médicos, porque son situaciones complejas de final de vida y determinar las limitaciones terapéuticas es dificultoso. En consecuencia, la admisión para evaluar la posible internación no es un simple trámite administrativo, sino que se trata de un proceso ético y profesional que debe estar guiado por el respeto del derecho a la vida, la dignidad de la persona y el derecho a tomar sus propias decisiones. El desafío diario es desarrollar una ética del cuidado fundada en el principio de solidaridad que nos permita dar respuestas más ecuánimes a las necesidades paliativas de las familias que recurren al Hospice».

«Consideramos que sería muy importante planificar, desarrollar e implementar un Programa Integrado de CP y Hospice que involucre a los distintos sectores implicados en la asistencia para disminuir la fragmentación de los CP en el sistema de salud. Es necesario mejorar la accesibilidad de todos los pacientes con necesidades paliativas e integrar de forma solidaria a las diferentes redes sociales de apoyo».

«Ya encaminados en una nueva etapa, tras la reapertura del servicio de internación, queremos agradecer a todos los socios/as, madrinas, padrinos, instituciones, empresas, a la Municipalidad de Lujan, a los voluntarios y voluntarias, por su renovada confianza y apoyo en este momento tan difícil que estamos viviendo y que hacen posible que el Hospice pueda seguir adelante, sin detenerse, con compromiso hacia el bien común».

«En esta Cuaresma, agradecemos a Dios y nos encomendamos a nuestra Buena Madre, en su Advocación de la Virgen de Luján, para que nos guíe en esta obra de misericordia para ayudar a los que más sufren y abandonados están en el final de sus vidas», finaliza la nota del Dr. Cristian Viaggio, Director Médico del Hospice Madre Teresa.

¡Muchas gracias Luján en Línea por el espacio concedido y difusión!

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