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Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
(Mateo 5, 1-12)

El Hospice Madre Teresa (HMT) es una institución católica fundada en el año 2004. Está inspirada en el ejemplo de santidad de la Madre Teresa de Calcuta y nos dedicamos a brindar asistencia, cuidado y acompañamiento a los pacientes con cáncer en su fase final. Nuestra Misión en esta obra de Misericordia es fecundar y fermentar la sociedad con el Evangelio a través de un humanismo integral y solidario.

Cuidados Paliativos en el HMT

La mayoría de los pacientes con cáncer antes de fallecer deberán transitar un camino de sufrimiento que se va incrementado a medida que se acerca el final natural. Esta etapa se vive con mayor frecuencia en los hospitales, o son condenados al abandono profesional en sus hogares, donde no se les puede brindar todo el cuidado necesario. El estado de fragilidad y vulnerabilidad de la persona enferma, sumado al abandono de la cultura del descarte generan un alto impacto de sufrimiento en el enfermo y su familia.

Estos hechos generan en la persona frágil sentimientos de frustración e indignidad con un alto impacto de sufrimiento que se incrementa muchas veces debido al dolor severo producido por el cáncer. Este sufrimiento produce en la persona enferma y su familia una desesperación que incrementa la visión negativa sobre el sufrimiento, generando la tentación de la eutanasia –adueñarse de la muerte, procurándola de modo anticipado poniendo así fin a la propia vida o a la de otros–. Este sufrimiento, incrementado por el abandono del sistema de salud y sumado a la cultura del descarte se lo llega a considerar en profundidad como algo absurdo e inhumano. «Estamos aquí ante uno de los síntomas más alarmantes de la cultura de la muerte, –afirma Juan Pablo II- que avanza sobre todo en las sociedades de bienestar que se caracterizadan por una mentalidad eficienticista.» (Juan Pablo II, Evangelium Vitae, 1995, nn. 64). Así como debe respetarse la persona humana desde el comienzo de la vida, de la misma manera, será exigido ese respeto hasta su fin natural.

El 27 de noviembre de 2013 se inauguró la Casa de la Divina Misericordia. En el mes de mayo del 2014 –a un año de la inauguración– recibimos con alegría nuestro primer huésped. Desde la fundación del Hospice hace 12 años asistimos y cuidamos a personas que presentan una enfermedad grave, progresiva e incurable. Hace dos años -2014- abrimos el hospedaje para pacientes con cáncer en situación de final de vida que no pueden ser cuidados en sus domicilios. En estos dos años, el Señor nos ha permitido cuidar a nuestros huéspedes en la fase final de su enfermedad. A pesar del dolor y del sufrimiento hemos compartido muchas alegrías. Nuestros huéspedes nos han enseñado la alegría de celebrar la vida todos los días. La Hospitalidad y la Misericordia son para nosotros valores esenciales para poder cuidar a las personas frágiles y vulnerables.

En la actualidad, parecería ser que no hay lugar para hablar de misericordia en un mundo donde la ciencia y la tecnología se han adueñado del proceso salud-enfermedad. Nosotros estamos convencidos que la ciencia y la tecnología por sí solas, no pueden ayudar al hombre enfermo para alcanzar la plenitud. La misericordia nos posiciona frente a la persona sufriente más allá de las necesidades físicas, sociales y materiales. Nos invita a perfeccionar la virtud de la justicia asumiendo que el fin último de toda persona es la plenitud espiritual. Esta plenitud espiritual no se puede lograr por mérito propio sino que necesita de la Misericordia de Dios. La expresión máxima de la misericordia de Dios está en Cristo. De este modo en Cristo y por Cristo, se hace también particularmente visible Dios en su misericordia. Cristo confiere un significado definitivo a toda la misericordia divina. (cfr. Dives in Misrericordia).

En el Hospice somos instrumentos de la misericordia de Dios a través del cuidado amoroso y compasivo. Dios, pudiendo hacer todo sólo, nos invita a participar y ser verdaderos instrumentos de su infinito amor, siendo también Misericordioso con nosotros: “La misericordia divina es una gran luz de amor y de ternura, es la caricia de Dios sobre las heridas de nuestros pecados” –Papa Francisco–

El año pasado hemos publicados nuestro primer libro: Solidaridad en el Final de la Vida. Contamos la historia y el apostolado que realizamos todos los días en el Hospice. Nuestro objetivo es concientizar al público en general y, por sobre todas las cosas, a la los católicos sobre la necesidad de defender la vida y la dignidad de las personas más frágiles y vulnerables que padecen una enfermedad incurable.

Cristian Viaggio
Presidente del Hospice Madre Teresa

Nota de la revista La Perla del Plata

Esta entrada tiene un comentario
  1. Gracias por ser Cristo en la vida y la familia de estas personas…una obra de amor que nace de lo alto y se hace vida en ustedes!!!

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