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Cuando nos miramos entre nosotros y ya nos cuesta encontrar respuestas, es justo ahí, en ese instante, donde siempre se presenta la Divina Providencia.

Hace algunos meses el Hospice Madre Teresa viene enfrentando períodos difíciles donde los gastos corrientes superan los ingresos, y ese panorama adverso se hace cada vez más inquietante cuando las reservas se van agotando.

Así surgieron en el último tiempo iniciativas como el «Té por el Hospice Madre Teresa» (que agotó en 5 días sus entradas), una acción muy linda de Bicafé a beneficio de nuestra causa para la Expo Luján 2024 que se realizará en los próximos días, y otros eventos de recaudación que van tomando forma para el segundo semestre del año.

Otra de las acciones que nos tomó por sorpresa y nos llenó el alma fue una importante recaudación que se llevó a cabo en la red social Twitter y que fue impulsada por Juan Manuel Mitidiero, un reciente colaborador de nuestra Institución que además de donarnos su tiempo para ayudarnos a optimizar procesos administrativos, se le ocurrió publicar un hilo de Twitter para contar su propia historia con el Hospice y así buscar la colaboración de quienes leen a diario su contenido.

Su iniciativa tenía un objetivo claro: alcanzar una recaudación de 3 millones de pesos que es el déficit mensual que enfrenta actualmente nuestro Hospice.

El desafío parecía muy grande, casi imposible, sin embargo nunca dejamos de creer que su propuesta podía dar resultados y llenarnos de aire para respirar un tiempo más.

Así fue que Juan Manuel elaboró una crónica para que su mensaje llegue de forma clara a miles de personas (lo podes leer acá). Su publicación inicial tuvo casi 150 mil reproducciones, es decir, 150 mil veces se vio su tweet en la red social. Esto generó un alcance impensado que permitió superar el objetivo de recaudación en sólo 10 días:

 

 

No tenemos palabras de agradecimiento para Juan Manuel por su enorme generosidad poniendo a disposición su espacio en beneficio del Hospice Madre Teresa. Y menos palabras tenemos para agradecer a tanta gente desconocida que hizo su inmenso aporte para que la obra siga en pie.

GRACIAS, GRACIAS y más GRACIAS a las decenas de personas que se detuvieron un ratito para conocer nuestra historia y se pusieron en nuestros zapatos con admirable empatía.

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