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A pesar de la lluvia, vivimos un fin de semana a puro trabajo en Hospice Madre Teresa. Tuvimos una jornada de servicio inspiradora, a partir de la iniciativa del grupo «Scouts Dorrego», quienes se ofrecieron a ayudarnos en la renovación de pintura de la fachada de la Casa de la Divina Misericordia.

Este programa nació por la propuesta de Rubén Nordinelli, histórico dirigente del grupo «Scouts Dorrego», que conoció nuestra institución a través de redes sociales y nos propuso ayudarnos. Desde el Hospice, aceptamos de inmediato, entusiasmados por el gesto y por la expectativa de ver tantos jóvenes dedicando tiempo a trabajar desinteresadamente para cambiarle la cara a nuestra casa: plan de pintura de rejas y paredes exteriores.

Así, recibimos el sábado 19 de febrero a este equipo de enormes corazones. Ellos trabajaron todo el sábado a pleno, bajo el sol y calor intenso, hasta avanzada la noche. La amenaza de lluvia cambió el plan de desplegar las carpas en el parque para pasar la noche y seguir el domingo con la tarea. Los chicos, sin perder el ánimo, se acomodaron en la galería de nuestra Casa, desparramando colchonetas para descansar. Finalmente, la lluvia llegó y el plan quedó trunco, pero nuestras puertas continúan abiertas para seguir “ayudándonos”.

Luego de 3 trenes y 2 colectivos para volver a sus domicilios, les decimos GRACIAS TOTALES a «Scout Dorrego» y «Clan Aguila». Gracias a todos nuestros voluntarios que hicieron lo que más saben: ser grandes anfitriones. Gracias especiales a Roberto y Juan Fiscela, siempre presentes en las etapas previas, en las jornadas y en todo lo posterior.

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