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El pasado domingo, la gran familia del Hospice Madre Teresa celebró una nueva edición del Té Solidario, en un encuentro colmado de sonrisas, abrazos, emociones y generosidad.

La organización comenzó meses atrás: cuidamos cada detalle para que todo estuviera a la altura. Coordinamos fechas, ajustamos montos pensando en la situación económica, diseñamos tarjetas, definimos el menú, redistribuimos tareas, buscamos manos y corazones dispuestos a colaborar. También salimos en busca de regalos para agasajar a quienes nos acompañaran ese día, y una vez más, la solidaridad respondió.

Cuando llegó el esperado momento, el salón Novo Eventos abrió sus puertas antes de las 17, y nos sorprendió una fila interminable de amigos —muchos conocidos y muchos otros que se sumaban por primera vez—. Afuera, la tarde soleada acompañaba las charlas, los saludos, los abrazos y las historias compartidas.

Adentro, el clima de alegría continuó: risas, encuentros, reencuentros, sorteos, música en vivo con tangos, y un momento muy especial al escuchar el tema «Honrar la vida», tan simbólico para la misión del Hospice, que acompaña dignamente a las personas hasta el último instante, y más allá.

También celebramos un cumpleaños muy especial: el de Cristian, acompañado por el aplauso de todos junto a Lorena y Paula, quienes hace 21 años, siendo muy jóvenes, dieron vida a este proyecto que hoy es hogar y refugio para tantas personas. Además, rendimos homenaje a nuestros más de 50 voluntarios y voluntarias, que día a día ponen el cuerpo y el alma al servicio de los demás.

Más allá de los fondos recaudados —las 190 tarjetas se agotaron tempranamente—, lo más valioso fue sentir, una vez más, que el Té Solidario es un encuentro de voluntades y sentimientos. No organizamos eventos solo para recaudar fondos: organizamos eventos para seguir tendiendo la mano, ofreciendo un silencio, una mirada o un oído a quien más lo necesita, con amor y profesionalismo.

Cuando terminó el Té 2024, el salón quedó vacío, pero nuestros corazones y brazos repletos de cariño.
Y, como ya es tradición, antes de terminar… ¡ya empezamos a soñar con nuevas ideas para el Té 2025!

Gracias a cada persona que estuvo presente. Gracias por creer en nuestra misión de acompañar con amor hasta el final de la vida.

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