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Julián Mitidiero

La primera vez que escuché hablar del Hospice Madre Teresa fue a través de mi novia, Belén. Ella se interesó por la obra y tenía intenciones de colaborar desde su lugar como estudiante de medicina. Cuando me comentó acerca de la existencia del Hospice intentamos conocer más y acudí a internet para ver de que se trataba. Recuerdo que nos quedamos un largo rato leyendo la página de principio a fin y viendo los videos publicados. En ese momento sentí que semejante obra merecía aún más difusión e interacción con la comunidad.

Pasó bastante tiempo hasta que tuve otro acercamiento con el Hospice pero esta vez a través de mi mamá. Fue a través de ella que pude ofrecerme para darles una mano desde lo que sé hacer: comunicar en internet. Me reuní en el Hospice un sábado por la mañana -mates de por medio- con CristianPaulaCeleste. Allí me contaron como es el funcionamiento de la institución desde adentro, que necesidades tenían; y a partir de esa charla surgieron muchas ideas… muchas más de las que esperábamos obtener.

Con mi amigo y socio, Andrés, empezamos a construir lo que hoy es el canal online del Hospice Madre Teresa con las distintas ramas que lo componen: Sitio Web, Newsletter, Redes Sociales, etc. Desde que empezamos a trabajar para el Hospice fuimos creciendo cada vez más y nos maravillamos a cada paso con la obra.

Nuestro granito de arena es muy chico al lado de la entrega que realizan las enormes personas que colaboran día a día y hacen del Hospice su forma de vida. Es un orgullo para mi poder tener un espacio para brindar mi conocimiento y mi tiempo. Me emociona saber que los objetivos se van cumpliendo y el camino del Hospice se va haciendo cada vez más ancho y largo.

El amor que se brinda es admirable, es el verdadero y desinteresado amor de Dios que se refleja en cada uno de los que forman el Hospice Madre Teresa. Para entender un poco mejor esto sólo basta con leer alguno de los testimonios de la gente que recibió ayuda del Hospice; realmente es imposible no emocionarse. Defender la dignidad de las personas en su última etapa es tanto o más importante que en cualquier otro momento de sus vidas.

Quiero agradecer especialmente a Cristian, Gastón, Paula y Celeste por la plena confianza que me dieron desde un primer momento aún sabiendo poco de mi.

Julián Mitidiero

Esta entrada tiene 4 comentarios
  1. Como mamá ,me emocioné al leer el testimonio de Juli,ya que fue para mí una sorpresa.
    Sé que lo hace como un verdadero servicio y eso me llena el alma.
    Doy gracias a Dios por su generosidad y la de otros jóvenes,que,en medio de tanto caos
    general,pueden dar respuesta,desde el Hospice,ante las necesidades del prójimo.
    Esto alimenta mi esperanza en un mundo mejor…!!!

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