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Cuando de crecer se trata…

Mi llegada al Hospice no fue al azar. Ante la búsqueda y curiosidad por encontrar una organización sin fines de lucro que concuerde con el perfil de institución que estaba necesitando para el desarrollo de mi trabajo final de grado dí con un grupo de personas cálidas y excepcionales.

El tema seleccionado de mi tesis está relacionado con la comunicación interna en organizaciones no gubernamentales. Por ello, decidí comenzar con una investigación para detectar estas organizaciones en la localidad de Luján y así seleccionar una de ellas. Envié e-mails y realicé reiteradas llamadas telefónicas.

Paula fue quien me dió una respuesta rápida e inmediatamente sentí la necesidad de conocer personalmente el Hospice Madre Teresa. La primera vez que me acerqué las puertas se abrieron sin siquiera dudar en algún momento el por qué y para qué de mi existencia. De esta manera es como fuí avanzando mediante cuestionarios,entrevistas personales y observaciones participantes y no participantes. Conocí a todos los voluntarios; algunos pacientes; viví situaciones tristes; aprendí sobre el cáncer; crecí como persona; me encariñé con el grupo. Como no hacerlo, si son grandes personas que dedican de lleno al Hospice y a sus pacientes/familias.

Hoy día, ya finalizando mi tesis, estoy encargada de la parte comunicacional de la institución, aportando mi granito de arena desde mis humildes conocimientos. Por supuesto, anhelo todo lo que sus integrantes desean: la construcción de la Casa de la Divina Misericordia y la dignidad de todas las personas.

Aprovecho para expresar el aprecio que les tengo y la admiración que siento. Por favor, es importante continuar con estos actos que llenan la vida de muchas personas.

Dicen que los seres humanos somos fieles imitadores; cuando una persona está relacionado con un grupo tan solidario instantáneamente siente la necesidad de también serlo. Muchas gracias por su compañía.

Ma. Celeste Camerano

Esta entrada tiene 2 comentarios
  1. Hola Celeste!
    Es muy lindo todo lo que escribiste en esta nota. Siento muy sincera tu reflexión y adhiero a tu deseo, que creo es el de todos,…la construcción de la casa de la Divina Misericordia y su adecuado funcionamiento en todas las áreas, para todas las personas que así lo necesiten y puedan ser atendidas dignamente. Cuando se trabaja y se brinda desde el corazón y con total donación, cualquier cosa puede conseguirse por imposible que parezca, y siento que este grupo funciona desde ese lugar.
    Celeste que Dios te acompañe y te guíe en esta nueva etapa de tu vida…y comparto con todos estas palabras:
    Hay una sóla religión: la religión del Amor.
    Hay una sóla casta: la casta de la humanidad.
    Hay un sólo lenguaje: el lenguaje del corazón.
    Hay un sólo Dios… y es Omnipresente.

  2. Muy hermoso el testimonio de esta joven y bella muchacha, María Celeste Camerano. A lo mucho y bueno que ella nos ha regalado en su reflexion, me voy a permitir agregar hoy, justo cuando celebramos el centenario del nacimiento de Madre Teresa de Calcuta, algo que ella decía a sus Hemanitas, y que podemos también traspolar a cada uno de nosotros. Les decía: «Ustedes no son sobre todo trabajadoras sociales, sino consagradas a Jesucristo que hacen también trabajo social». Y de ahí viene la energía. Fuimos consagrados por el Bautismo, nos hemos hechos testigos en la Confirmación, si son casados, han consagrado el amor mutuo fiel y pemanente. La consagración fundamenta con solidez las acciones. La entrega perseverante y en paz, hace visible y experimentable esa presencia, la de Jesús en los enfermos y en los que trabajan en unidad para ellos.

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