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Testimonio

Nilda participa del Grupo de Ayuda Mutua para Pacientes Oncológicos: “Huellas”. Aquí compartimos algunas de sus reflexiones, un hermoso testimonio.

¿Qué enseñanza me dejó la enfermedad? Aprendí a ser más flexible. Cuando me dijeron el diagnóstico, pensé ¡cómo podía ser! Tuve días de negación; pero al pasar los días, los meses, empecé a ver el camino y pensar en ese Ser Supremo que me había colocado una piedra grandota y me ponía a prueba para ver de qué manera iba a lograr saltarla. Me di cuenta que me tiraba lazos de amor, aparecieron personas con palabras de aliento y cariño. Y así paso a paso me di cuenta que Dios me estaba enseñando; a no ser tan indiferente, en el egoísmo de no mirar a mi alrededor y mirar con ojos de amor.

Con ayuda de uno de mis ángeles (llamado Lorena) comencé a pensar que esta oportunidad de vida no podía desaprovecharla y me propuse ser feliz a pesar de mi circunstancia. Agradecer todos los días, por ver la luz y por tener a gente con vocación de servir a los demás sin recibir ninguna remuneración. Agradecer a mis tres amores: mi esposo y mis dos hijas.

IMPORTANTE

  • Tratar de afrontar el obstáculo más grande: El miedo.
  • Aprender que el día más bello: Es hoy.
  • Intentar en lo posible: Ser útil a los demás.
  • Lo más imprescindible: El hogar.
  • La sensación más grata: La paz interior.
  • La fuerza más poderosa: La fe.
  • La cosa más bella del mundo: El amor.

Madre Teresa de Calcuta

Procura alejar tu mente todo lo que puedas de tu enfermedad.
Piensa en la fuerza y el poder y la atraerás hacia ti.
Piensa en la salud y la conseguirás.

Esta entrada tiene 2 comentarios
  1. Tu crecimiento mamá, con 70 y piquitos, me llena de orgullo. Vi muchas veces tu valentía para afrontar la vida, pero esta vez Dios te puso el desafío más grande, mirar a tu interior y reconocer esa fuerza. Gracias mamá por tu enseñanza, sos nuestro ejemplo para no olvidarnos que, a pesar de lo difícil que parece el camino, la vida es maravillosa!!! Te quiero!

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