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Les compartimos las hermosas y sentidas palabras de Anahí, amiga de nuestro huésped Andrés:

La enfermedad avanzaba a pasos agigantados y había que tomar una decisión. Frente al dolor y la incertidumbre, pensamos en el Hospice como un lugar digno y amoroso para que nuestro amigo pudiera vivir sus últimos días. Desde que llegamos, nos recibieron con total amor y empatía.

El lugar inspira paz y seguridad. El equipo que trabaja allí siempre se mostró servicial, amables y profesionales. Más allá de que sea un momento doloroso para transitar, el ambiente que generan es de plena vida y luz. Generan un hermoso clima de bienestar para vivir los últimos momentos de la mejor manera posible.

Estamos inmensamente agradecidos con el Hospice por su calidez humana y su profesionalismo.

Testimonios como este nos dan fuerzas y nos inspiran a seguir acompañando con amor y entrega. Gracias por su confianza y por motivarnos cada día a continuar con nuestra misión.

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