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A veces, las palabras que recibimos nos recuerdan por qué hacemos lo que hacemos. Marisa Tornatore, amiga de nuestra  huésped Azul, nos compartió este mensaje tan lleno de amor y gratitud.

Querida adorable familia del Hospice Madre Teresa:

Mi corazón siempre estuvo con ustedes desde otro lado, ahora puedo decirles un eterno agradecimiento, son todo lo que está bien. Azul recibió de ustedes todo lo que se merecía. Un gracias inmenso a todos y a cada uno en particular. Me voy con el corazón roto y partido, pero a su vez pleno porque ustedes transforman la tristeza en amor, empatía, comprensión, contención y nos cobijaron inmensamente. Un gran, gran gracias eterno. Los quiero mucho, Marisa Tornatore. 

PD: no todo está perdido con gente tan maravillosa. Abrazo afectuoso.

Gracias por confiar en nosotros y permitirnos acompañar a Azul con cariño. Tu testimonio es un abrazo para todos los que formamos parte del Hospice Madre Teresa.

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