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Acompañar el final de la vida con dignidad y amor es posible cuando existe un entorno que abriga, contiene y sostiene. Así lo sintió la familia de nuestra huésped, Rosa Fernández, quien nos dejó estas palabras llenas de gratitud tras haber transitado junto a nosotros los últimos días de su mamá en la Casa de la Divina Misericordia.

«No tenemos más que palabras de agradecimiento al Hospice Madre Teresa por la contención, el amor, la tranquilidad, las bellas palabras, el cuidado, el respeto, ese abrazo al alma que tanto necesitamos. Mi mamá en sus últimos días y nosotros como familia encontramos en el hospice mucha paz. Eternamente agradecido.»
Familia de Rosa Fernández.

Gracias por permitirnos estar cerca, por dejarnos cuidar y acompañar con cariño. Este mensaje nos llena de fuerza para seguir brindando paz, respeto y amor a cada familia que llega al hospice.

 

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